LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN PREPARATORIA
¡La Preparatoria es la antesala de la universidad!
Por ello al Bachillerato o Preparatoria se le conoce como Educación Media Superior, ya que esta etapa educativa está plenamente ligada a los estudios que definirán la vocación y por ende, la vida laboral de las personas.
La Preparatoria ofrece un panorama académico que le brinda al estudiante un razonamiento lógico matemático avanzado, así como una mayor capacidad para analizar y resolver problemas, lo que redunda en mayor claridad para la elección de la carrera universitaria.
En esta etapa:
La mente juvenil se hace más reflexiva y crítica.
Los estudiantes se vuelven más participativos y responsables en sus clases y en su vida personal.
El carácter y la personalidad se van haciendo más definidos.
La confianza en sí mismo se hace más sólida.
Se interactúa con gente que muy probablemente formará parte del círculo de amistades para el resto de la vida.
Y además, cursar la Preparatoria es crucial para tener acceso a un buen empleo.
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) asegura que: “para acceder a un empleo con una remuneración considerada o incluso dirigir un grupo de trabajo, se tiene como requisito mínimo, estudios de preparatoria”.
Diversas instituciones privadas y gubernamentales están de acuerdo en que la calidad del empleo mejora considerablemente cuando la formación de las personas incluye como mínimo la Educación Media Superior; ya que al contar con esta etapa académica la gente tiene el respaldo intelectual que puede provocar círculos virtuosos en las relaciones laborales.
Esta afirmación puede sonar simplista pero cuando en un ambiente profesional se encuentran colegas que al menos estudiaron en la Preparatoria, es más fácil estimular la convivencia, la estabilidad y la productividad. También se reducen riesgos, se contribuye a eliminar la exclusión social y se generan condiciones dignas y productivas.
Cabe agregar que por todo esto, las personas que estudian la Preparatoria tienen acceso a mejores salarios y prestaciones, lo que también ayuda a reducir la informalidad, a tener seguridad social y en general a la mejora de las comunidades.
En el Instituto Miguel de Cervantes no nos conformamos con todos estos beneficios inherentes de la Educación Preparatoria, porque agregamos un componente único que es el reconocido Proyecto pedagógico Pierre Faure.
Con este modelo nuestros alumnos reciben una formación integral que incluye:
Educación activa: que les permite ser los protagonistas de su aprendizaje para investigar, analizar y tomar decisiones independientes en todo momento y en todas las áreas del conocimiento.
Educación personalizada: es decir, que los maestros reconocen las capacidades y habilidades de cada estudiante, para desarrollarlas a su máxima expresión.
Educación comunitaria: nuestros alumnos están conscientes en todo momento del papel que tienen en sus comunidades y en la sociedad en general y así, aprenden a responsabilizarse de sus actos y a comprometerse consigo mismos y con su entorno.
La guía y apoyo espiritual de la Congregación de los Siervos de Jesús, que les da la confianza en sus semejantes y en la vida, porque aprenden a ponerse al servicio de los demás, por amor.
En el Instituto Miguel de Cervantes estamos orgullosos de nuestra forma de plantear la Educación Preparatoria y sabemos que nuestros egresados, son gente plena que escoge sus caminos profesionales con mayor determinación.