Nuestra propuesta educativa no solo busca la calidad académica desde Preescolar hasta Preparatoria, sino también, una verdadera formación integral que abarque todas las dimensiones de la persona.
El Instituto Miguel de Cervantes, de inspiración católica, ofrece una educación integral a través del Proyecto pedagógico Pierre Faure, en un ambiente de libertad y responsabilidad, para que la persona desarrolle por si misma todo su potencial y lo ponga al servicio de los demás.
Implementar al 100% el modelo educativo del Instituto Miguel de Cervantes, financieramente sustentable, susceptible de ser replicado.
1 Responsabilidad: Cumplir nuestros deberes en tiempo y forma (Con eficiencia).
2. Respeto: Valorar a cada persona para que te traten como te gustaría ser tratado.
3. Trabajo colaborativo: Apoyar en comunidad para llegar a un fin común.
Identidad
Nuesto lema:
“La sabiduría disponible al servicio por amor”.
Nuesto escudo:
Los cuadrantes están delimitados por la cruz en el centro: la Cruz de Cristo que nos salva y el sentido cristiano de la vida.
El lema del instituto esta plasmado en el escudo, como cuatro palabras representadas simbólicamente en un estilo minimalista, una en cada cuadrante.
La sabiduría: En el cuadrante superior izquierdo, va centrado un sol que representa a Jesucristo, Palabra y Sabiduría eterna del Padre, Sol de Justicia y Luz de la Verdad que ilumina a todos los hombres.
Disponible: En el cuadrante superior derecho, una persona con los brazos abiertos en señal de acogida y disponibilidad hacia el otro. Evoca, por otra parte la disponibilidad de María.
Al servicio: En el cuadrante inferior izquierdo, va al centro una mano abierta como signo del gesto del servicio humilde y amoroso que Jesús nos enseñó a ejercitar con los demás. La estrella de 4 puntas evoca la calidad y el esfuerzo por donarse siempre más.
Por amor: En el cuadrante inferior derecho, una flor estilizada simboliza el amor como motor último de todo.
La frase “Semper Maior”: Se puede traducir como “Siempre más” e invita a la superación constante y a la búsqueda renovada de hacer las cosas cada vez mejor. Es herencia de la pedagogía ignaciana que guía nuestro proyecto educativo. San Ignacio de Loyola invitaba a los jesuitas a esforzarse siempre por buscar la mayor gloria de Dios.